En la Economía de la Comunión, los productores -empresarios, trabajadores, y sus socios de negocio- están inspirados en unos principios que tienen su raíz en una cultura diferente de la que prevalece en las prácticas actuales y en las teorías económicas. Podemos definir esta cultura como la "cultura del dar" que es realmente la antítesis de la "cultura del tener". La cultura del dar no es una forma de filantropía o asistencia social, éstos son méritos individualistas.

En un sentido más profundo, la verdadera esencia de la persona es estar en "comunión". Consecuentemente, no cualquier tipo de dar, no cualquier acto de dar crea una cultura de comunión. Dar asistencia económica puede ser expresado como un darse a sí mismo basado en nuestro verdadero ser. En otras palabras, se revela un sentido antropológico que no es ni individualista ni colectivo sino más bien es comunión.

El Movimiento Focolar es el promotor y experiencia viva de la Economía de la Comunión. Su sitio ofrece amplia información sobre esta nueva forma de economía.

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