CULTURA DIGITAL

Más de 165.000 libros digitales en UCM

La Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha digitalizado más de 165.000 libros libres de derecho de autor (145.000 de fondo antiguo y 20.000 tesis doctorales), accesibles a través de su catálogo, Europeana y Hathi Trust.

(Efe, Madrid).- Una Biblia editada por Samuel Bagster en 1825, junto a un diccionario español-inglés de 1786 y un atlas de anatomía descriptiva del cuerpo humano de Bonamy son las obras digitalizadas más consultadas en la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, que ha creado desde 1995 la mayor colección de libros digitalizados en España.

El proceso de digitalización de las obras ha permitido desarrollar una labor de revisión de cientos de “libros intensos” que nunca habían sido abiertos y sobre los que se han realizado múltiples restauraciones. Además, se ha avanzado en la inclusión en el catálogo automatizado de la biblioteca de una parte importante de un fondo antiguo (de 220.000 ejemplares hasta el siglo XIX) que aún estaba por introducir. En la actualidad, se ha digitalizado y mejorado las condiciones de conservación del 76% de los libros anteriores a 1870, ha destacado la UCM.

A los más de 165.000 libros digitalizados se añaden otras colecciones digitales como las revistas académicas (más de 45.000 artículos); la de Prensa Digital de Ciencias de la Información (500.000 periódicos escaneados); los 49.742 grabados pertenecientes a la Biblioteca Digital Dioscórides; más de 25.000 documentos depositados en el Archivo Institucional E-Prints UCM; parte del archivo fotográfico del Partido Comunista de España; el Archivo Rubén Darío; una colección de grabados japoneses o los “Dibujos de Academia” de la Facultad de Bellas Artes, ha informado la institución madrileña, que señala que muchos de estos documentos fueron digitalizados por Google Libros.

El proyecto de digitalización masiva con Google supuso la creación de una gran base de datos que incluía la versión digital junto con documentación sobre el estado de preservación de cada libro, lo que permitió disponer de información de los ejemplares valiosos y de los que necesitaban actuaciones urgentes para evitar su deterioro. La Universidad Complutense se convirtió en el año 2006 en el primer socio no anglosajón de este proyecto que comenzó en las bibliotecas de las universidades de Nueva York, Harvard, Michigan, Oxford y Stanford.

 

Deja una respuesta