Preguntas y foros

¿Qué significa hacerse entender?

(Artículo publicado en el blog de imisión por «joseferjuan») Los que somos profesores, como muchos otros comunicadores, sabemos bien lo que significa el título. Uno puede saber mucho sobre un tema, en el supuesto de que sepa mucho, y no ser capaz de comunicar nada, o casi nada, o hasta dar a entender algo muy diferente de lo que se quiere comunicar. De ahí que sepamos que hay dos objetivos esenciales en el buen comunicador: saber lo que quiere decir y saber cómo tiene que decirlo para hacerse entender.

 

La buena comunicación no es, por tanto, aquella que transmite mucho, constantemente y está una y otra vez dando la “matraca” y machacando en la misma dirección. La buena comunicación es aquella que es eficaz, directa y clara, cuyo mensaje llega a quien quiere y es comprensible por quien tiene que recibirlo. En este sentido, un buen mensaje es mejor que quinientos malos mensajes.

 

Entonces la gran pregunta es qué significa hacerse entender.

 

  1. Ser escuchado. En el lenguaje de las redes significa estar en el lugar (red) adecuado en el momento adecuado. Alguien escuchado es alguien con referencias, que se ha situado como referente. Creo que gran parte de este “prestigio” se gana en las redes a través de la escucha y la conversación con otras personas, de estar disponible, de saber acoger personas como son más que por lo que son.
  2. Captar la atención. Un buen mensaje no es aquel por el que simplemente se pasa la vista, sino aquel que tiene algo que hace detenerse en él. Aporta novedad, es atractivo sin ser estridente, tiene algo que se piensa que es para mí. Diríamos que hay mensajes con personalidad, que se hacen escuchar, frente a otros que son algo más entre muchos otros. La clave aquí es la visibilidad, que sabemos que va de la mano de una buena imagen o de un vídeo apasionado.
  3. Conectar con la vida y los intereses. Frente a la superficialidad reinante, de la que muchos creen que la red es su difusor más grande, lo que constatamos es que existe la posibilidad de conectar (establecer relación) con la pasión de la gente por la vida. Cuando no por sus intereses. Porque la gente busca en internet cosas que tienen que ver con lo que viven. Desde los aspectos más prácticos (cómo poner una bombilla) a lo más complejo (cómo ser feliz, quién es Dios, cuál es mi vocación).
  4. Concisión, claridad. Lo efímero y las limitaciones de la red impulsan un excelente camino hacia lo esencial. Siempre ha sido así, pero además ahora existen límites claros y lenguajes muy concretos que hay que aprender a usar. Las primeras palabras de un tweet, los colores de la foto de Instagram… y cada vez más los vídeos que se repiten y se comparten incesantemente. Pero, en relación con todo esto, diría que lo conciso y esencial hoy es lo que sugiere más de lo que da, lo que señala en una dirección más que aquel mensaje que quiere decirlo todo. El que da libertad a quien lo recibe poniéndolo en camino, el que contagia más emociones que aquel que pretende trasvasar ideas. Tres consejos: orden en el mensaje, limpieza en las palabras, potencia del contenido.
  5. Genera conversación. Lo propio de la red, lo más propio de todo el internet que hoy conocemos. Hasta los bots de Facebook están interesados en dialogar y aprender. ¡Cuánto más una persona! Si hay miles de hombres, mujeres, jóvenes y mayores deseando hablar, ¡cómo no aprovechar la ocasión! La gran diferencia, perdón por la comparación, entre muchas personas y los bots que se van a lanzar al mercado es la capacidad de estos últimos para atender con todo lo que son a la persona a la que “escuchan”, y desde ahí seguir “hablando”. Permitidme como mínimo las comillas. La gran necesidad de lo humano será, seguirá siendo, ponerse de acuerdo y tender puentes reales entre personas. ¡Qué gran tarea para un buen mensaje, para el mensaje esencial!

 

Y mucho practicar. Atender bien a lo que provoca en general y especialmente a qué personas les llega, interactúan y hacen de tu mensaje ese puente que luego permite seguir hablando. Ésta es la clave definitiva: seguir aprendiendo.

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