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¡No predican con palabras, sino con dibujos! Un testimonio de talento y misión

(catholic-link.com).-¿Y si evangelizar no siempre fuera hablar, sino mostrar? ¿Y si una imagen pudiera tocar más el corazón que mil discursos? Patricia Trigo y Santi López lo están haciendo. Dos dibujantes jóvenes que, sin estridencias ni fórmulas, comparten a Dios con lo que saben hacer mejor: dibujar.

Te invito a descubrir su testimonio en este video de Infinito+1, en el que ambos dibujantes nos hablan de cómo desde el dibujo comparten la alegría del Evangelio.

Dos dibujantes que evangelizan con la belleza

Desde las primeras comunidades cristianas, el arte ha sido un lenguaje para instruir en lo sagrado. Los frescos, íconos, vitrales y esculturas no solo embellecían los templos: hablaban. Enseñaban a orar. Elevaban el alma.

Hoy, ese mismo arte ha encontrado nuevos lienzos: las pantallas, los feeds, las historias de Instagram. Y, aunque el formato cambie, la esencia permanece: seguir mostrando a Dios que se deja encontrar en aquello que nos comunica su belleza, bondad, verdad.

Lo que hacen Patricia y Santi no es solo dibujar personajes religiosos. Es crear espacios para el encuentro. Ilustraciones que no distraen, sino que invitan a volver el corazón a lo esencial.

(¿Cuántas veces una de esas imágenes apareció justo en el momento indicado, como si Dios mismo te estuviera buscando?)

Evangelizar no es solo hablar de Dios. A veces, es dejar que Dios hable a través de lo que somos y hacemos. A través de su arte, estos ilustradores nos muestran cómo dibujar puentes.

Compartir nuestros dones con los demás

Uno de los mensajes más claros que nos deja este video es este: Dios no necesita que seamos perfectos, sino que nos mostremos disponibles. Que pongamos a su servicio lo que somos y lo que hemos recibido de Él.

No todos tenemos el don de ilustrar como Patricia o Santi, pero todos tenemos algo para ofrecer. ¿Qué pasaría si ese talento que has guardado por inseguridad o miedo comenzaras a ofrecerlo? ¿A cuántos podría tocar?

Tal vez tu forma de evangelizar sea cocinar para otros. Escuchar sin apuros. Escribir desde el alma. Decorar con cariño. Enseñar con paciencia. Amar con creatividad. ¡No subestimes la fuerza del bien hecho con amor!

¡Todos estamos llamados a compartir lo que tenemos, lo que somos! Porque cuando lo hacemos por amor a Dios, se vuelve semilla. Y Él sabe hacerla florecer donde menos lo esperamos.

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