Quique Mira es la cara detrás de Aute y de WayUpp, la aplicación que está revolucionando la conexión de los jóvenes católicos en España
(alfayomega.es/)-«Muchos jóvenes quieren vivir su fe, pero no saben cómo ni con quién. Lo que queríamos era construir un puente universal entre el joven y la Iglesia católica», explica Quique MIra, el joven de 26 años detrás de la aplicación Way Upp, una herramienta diseñada específicamente para ayudar a los jóvenes a encontrar su lugar en la Iglesia, ofreciéndoles un geolocalizador con comunidades concretas donde vivir la fe.
También fundador y director de Aute —matriz de WayUpp—, Mira destaca que «los jóvenes buscan reencontrarse con su fe desde el corazón de la Iglesia, en un tiempo marcado por la productividad desmedida y por validar a las personas en función de sus logros». Ante ello, hace dos años se puso manos a la obra para crear una app «que les permitiera volver a mirar a la Iglesia con esperanza».
Hace unos años, este emprendedor social y creyente convencido fundó Aute, formando y liderado un equipo de más de 50 voluntarios y cuatro personas contratadas, que han sido testigo de historias como la de Ángela, una joven que, tras ver un testimonio en la cuenta de Instagram de Aute, acabó bautizándose, recibiendo la Comunión y confirmándose.
Ella es una de los más de 15 mil jóvenes a los que ha alcanzado ya WayUpp, lo cual ha originado ya conversaciones internacionales para su implementación en otros países. La app, disponible de forma gratuita, permite a los usuarios descubrir comunidades, eventos, grupos y experiencias católicas cercanas, todo con una estética moderna y un lenguaje cercano.
«Es necesario entender el lenguaje del joven, pero sin perder la raíz del Evangelio, saber que ellos quieren soñar a lo grande, pero caminar desde lo pequeño y lo verdadero», señala». Y, sobre todo, «buscan una comunidad joven que dé sentido a su vida», por lo que Mira lleva más de tres años recorriendo el mundo dando conferencias a jóvenes en países como España, México, Estados Unidos y Guatemala.
«En tiempos en los que tantos jóvenes se sienten perdidos, es preciso mostrar que la fe da respuesta a las inquietudes más profundas del alma, y que es capaz de llenar el corazón humano hasta el extremo», concluye.
