INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Radio e inteligencia artificial: entre oportunidades y desafíos en la evangelización digital

(adn.celam.org).-Con motivo del encuentro de responsables de radios católicas de América Latina y el Caribe, se desarrolló en Lima el panel “Radio, tecnología e Inteligencia Artificial en la cultura digital: cuestiones emergentes”. La conversación reunió de manera híbrida a tres voces referentes: José Manuel De Urquidi, de México, misionero digital; Luis Carlos Núñez Chera, de Paraguay, coordinador de Radio Lío; y monseñor Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación, Vaticano.

El panel abrió un espacio de reflexión sobre los puentes entre la radio tradicional y la cultura digital, el impacto de la inteligencia artificial en la comunicación, y el papel de la Iglesia en un ecosistema mediático que tiene cambios vertiginosos.

Tejedores de comunión

El primero en intervenir fue José Manuel De Urquidi, laico mexicano y referente en evangelización digital, quien señaló el valor histórico de la radio católica y la necesidad de abrir puentes con el entorno digital. “Ustedes han sido la voz de esperanza, la compañía de muchos en la madrugada, entrando a millones de hogares de manera fiel, perseverante y hasta heroica”, dijo.

Aclaró que su aporte se centraría en tender puentes. Para situar la reflexión, hizo un repaso histórico del magisterio sobre comunicación: “León XIII animaba a impulsar la prensa; el Concilio Vaticano II llamó a los medios maravillosos inventos técnicos; Juan Pablo II habló de internet como el nuevo foro romano; Benedicto XVI nos habló del continente digital; y Francisco nos pide ir a las periferias existenciales, también las digitales”.

Urquidi recordó además el Jubileo de los misioneros digitales convocado recientemente por el Papa León XIV: “Nos invitaba a reparar las redes y a ser tejedores de comunión. La Iglesia no corre detrás de la tecnología, está pastoralmente metida en lo que pasa”.

8 ideas para tejer puentes

En su intervención, presentó ocho ideas para tejer puentes entre radio y cultura digital:

  1. Entrevistas compartidas: Invitar a misioneros digitales a participar en programas de radio, transmitiendo en paralelo para redes sociales. “Lo mismo que ya hacen, puede llegar a nuevas audiencias al mostrar el detrás de cámaras en Instagram, TikTok o YouTube”.
  2. Reutilizar archivos históricos: Poner a disposición homilías, entrevistas y grabaciones valiosas para que creadores digitales las adapten en podcasts, series o clips cortos.
  3. Formación: Integrar a misioneros digitales en procesos de capacitación radial. “Si ustedes les enseñan producción y locución, se eleva la calidad de todo el ecosistema católico”.
  4. Programas especiales: Crear segmentos semanales en la radio donde jóvenes digitales analicen búsquedas espirituales y tendencias en línea.
  5. Campañas conjuntas de evangelización: Trabajar unidos en tiempos litúrgicos o momentos eclesiales, generando experiencias que sumen a la radio y a las redes.
  6. Ser “hub” de contenidos: Las radios pueden ofrecer sus materiales como fuente para que los misioneros digitales difundan con creatividad, multiplicando el alcance.
  7. Alianzas en proyectos: Por ejemplo, reproducir en radio podcasts o documentales creados por iniciativas católicas digitales, como el reciente material del Celam.
  8. Cartas pastorales y mensajes episcopales: Producirlas en audio o formatos breves con apoyo de creadores digitales, para alcanzar a audiencias más jóvenes.

Urquidi cerró su intervención con una invitación: “No tenemos que escoger entre radio y digital. Se trata de caminar juntos en la misión de Cristo, cada uno con sus dones, construyendo puentes superconcretos”.

La IA es útil, pero ¿qué hacemos con nuestros músicos y escritores?

El segundo panelista, Luis Carlos Núñez Chera, comunicador paraguayo y coordinador de producción de Radio Lío, compartió la experiencia de esta emisora nacida 100% digital tras procesos formativos de SIGNIS: “Nacimos de la formación con SIGNIS, con jóvenes que querían comunicar desde la fe en este nuevo entorno. No podemos concebir que el mundo digital retroceda. Sería avanzar en sentido contrario”.

Explicó cómo ya trabajan con herramientas de inteligencia artificial: “Nosotros hoy producimos guiones con IA, transmitimos con StreamYard a varios canales al mismo tiempo, y podemos editar entrevistas en segundos”. Y añadió: “¿Quién no se va a sentir tentado de migrar a estas tecnologías si hacen en segundos lo que antes tomaba horas?”. Sin embargo, alertó sobre un problema de fondo: “La IA recaba muchísima información, pero esa información la produce alguien. ¿Cómo aseguramos la autoría? Es el mismo debate que se dio con la fotocopiadora”.

También mencionó ejemplos provocadores: “Hoy se puede hacer música con la voz de Juan Gabriel, escribir libros enteros o producir programas de radio con IA. Pero, ¿qué hacemos con nuestros músicos, nuestros escritores, nuestros radialistas?”. “Lo digital y la inteligencia artificial no son fines en sí mismos, son medios. El contenido y el mensaje siguen siendo lo central. Y eso depende de personas de carne y hueso”, dijo al cerrar su intervención.

No se trata de usar la tecnología, sino de habitarla

El cierre del panel estuvo a cargo de monseñor Lucio Ruiz, quien ofreció una mirada teórica y pastoral sobre el ecosistema mediático. “comunicarnos no es opcional para la Iglesia, sino es su esencia misma. Nacemos como acto comunicativo de Dios”, sostuvo.

Planteó cinco desafíosFormación comunicativa para discernir lo verdadero de lo falso; diálogo real, superando la comunicación unidireccional; lenguajes nuevos que expresen el Evangelio en imágenes, música y narrativas digitales; discernimiento, clave frente a fenómenos como el deep fake; e inculturación, entendiendo la comunicación como cultura que moldea mentalidades.

Mons. Lucio resaltó la fuerza antropológica de la radio: “Me gusta pensarla en la radio como esa compañera del camino en la intimidad de la vida”. Y concluyó que las radios católicas deben ser: Escuela de formación crítica, ayudando a los oyentes a discernir la información; Taller de diálogo, creando espacio de encuentro en una sociedad fragmentada; y semillas de esperanza, transmitiendo la sencillez del Evangelio en medio de una saturación informativa: “No dejemos las ovejas chiquitas, perdidas, simples, friolentas, caídas, solas. Dediquemos espacios a buscar al lejano”, pidió.

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