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Jubileo de Adolescentes en Panamá resplandece junto a canonización de Carlo Acutis y Joselito

(adn.celam.org).-En una emotiva ceremonia eucarística, la Iglesia panameña celebró este 7 de septiembre el Jubileo de los Adolescentes, una jornada marcada igualmente por la canonización en Roma de los jóvenes santos Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, proclamados por el Papa León XIV. En su homilía, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá, destacó que esta coincidencia es un signo providencial que recuerda a los adolescentes que la santidad no tiene edad.

El también arzobispo metropolitano de Panamá, afirmó que Acutis y Pier Giorgio son referentes concretos para la juventud de hoy. “Ellos nos invitan a no malgastar la vida, sino orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”. Explicó que, el Jubileo es un momento de gracia y de encuentro con Dios que invita a los adolescentes a descubrirse como don para la Iglesia y la sociedad.

La Iglesia proclama: los adolescentes son don de Dios

Monseñor Ulloa llamó la atención de los jóvenes, recordándoles que “la juventud no es un simple tránsito a la adultez, sino un regalo del Espíritu Santo para la Iglesia y el mundo”. En desacuerdo a quienes consideran que la juventud es “un problema”, el arzobispo resaltó que los adolescentes son “esperanza viva de la Iglesia y del mundo”.

Guiando su reflexión con las palabras de Jesús —“Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan”— y con la invitación de san Pablo a Timoteo, el líder religioso instó a los adolescentes a no dejarse menospreciar por su edad y a trabajar para convertirse en ejemplo para los demás a través de su conducta, su amor y su fe.

Carlo Acutis y Joselito: testigos cercanos para la juventud

Su predicación dio espacio para hablar de la vida de los santos recientemente canonizados y en la figura de san José Sánchez del Río, mártir adolescente mexicano. De Carlo Acutis, el “influencer de Dios”, dijo que amaba la tecnología y la uso como herramienta evangelizadora, destacó además su amor por la Eucaristía, a la que llamaba su “autopista hacia el cielo”.

De Joselito, resaltó su testimonio incondicional de fe durante la persecución religiosa en México, mostrando que un corazón joven puede ser más fuerte que la violencia y la tortura. “Carlo y Joselito transmiten un mismo mensaje: adolescente, tú puedes ser santo aquí y ahora”, expuso el arzobispo.

Realidad desafiante de los adolescentes en Panamá

Monseñor Ulloa llevó esta reflexión al terreno concreto de la vida de muchos adolescentes en Panamá. Hizo ver que cerca de uno de cada tres está en riesgo de abandonar la escuela, mientras que más de 119 mil jóvenes entre 15 y 24 años no estudian ni trabajan. Pero, además, a esto se suma el alto índice de embarazos adolescentes —con un promedio de 21 casos diarios— y las dificultades que enfrentan jóvenes con discapacidad, indígenas y afrodescendientes, quienes a menudo sufren exclusión y discriminación.

Frente a estas preocupantes cifras, el arzobispo indicó que la Iglesia ratifica su compromiso pastoral de acompañar a los jóvenes, ofreciéndoles espacios de encuentro, escucha y formación que fortalezcan la fe y la dignidad. De esta manera y con el propósito de transformar con valentía los momentos de dolor que enfrentan los jóvenes, instó tanto al Estado como a la sociedad a brindar caminos de desarrollo integral.

Llamados concretos para un jubileo transformador

En este Jubileo de los Adolescentes, Ulloa hizo tres invitaciones concretas a la juventud: conectarse con Dios a través de la oración y la Eucaristía; vivir su fe con valentía, sin miedo a mostrarla públicamente; y soñar en grande, descubriendo el plan único que Dios tiene para cada uno.

El arzobispo cerró su reflexión asegurando que los adolescentes son hoy semilla de esperanza para la sociedad y la Iglesia. “Su valentía, su alegría y su fe pueden transformar situaciones de dolor en oportunidades de esperanza cristiana”, concluyó.

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