(weca.it/).-La Semana de la Comunicación (del 25 de mayo al 1 de junio de 2025) y el Festival de la Comunicación (del 30 de mayo al 8 de junio) celebran veinte años de compromiso en la promoción de una cultura de la comunicación inspirada en los valores del Evangelio. Estas dos iniciativas, nacidas en 2006 de la intuición de la Sociedad de San Pablo y de las Hijas de San Pablo, se han convertido a lo largo del tiempo en dos acontecimientos de referencia para quienes trabajan en el mundo de la comunicación, actuando como caja de resonancia del mensaje que el Papa escribe cada año con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
Dos décadas de encuentros, debates, performances y momentos de formación han hecho de la Semana y del Festival no sólo una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos de la comunicación, sino también un laboratorio de comparación entre las diferentes realidades eclesiales, culturales y profesionales.
En los últimos años, la Semana de la Comunicación, con eventos organizados en todo el país, ha tocado temas fundamentales que van desde la búsqueda de la verdad en un contexto marcado por las noticias falsas, a la ética periodística, al uso responsable de las redes sociales, a la importancia de una narrativa empática, hasta la necesidad de una comunicación plenamente humana en la era actual de la inteligencia artificial.
En un mundo cada vez más dominado por la información digital y el rápido progreso tecnológico, esta iniciativa ha sabido mantener su carácter profético, proponiendo una comunicación inspirada en los valores de la fraternidad, la justicia y la dignidad humana, destacando la importancia del papel de los comunicadores en la transmisión de esperanza y la construcción de un lenguaje que no es divisivo sino generador.
El corazón de la Semana de la Comunicación es el Festival de la Comunicación, un evento itinerante que cada año se detiene en una diócesis italiana diferente: un evento dinámico y festivo, animado por iniciativas culturales, artísticas y espirituales. El Festival es una oportunidad preciosa para crear sinergias entre las diferentes realidades presentes en el territorio de la diócesis, fortaleciendo la colaboración y el sentido de comunidad.
La edición de 2025, organizada en la Arquidiócesis de Fermo dirigida por Mons. Rocco Pennacchio, promete ser particularmente rico, con un programa que tiene como objetivo analizar los desafíos éticos y profesionales de la comunicación actual en la estela del mensaje del Papa Francisco para la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, titulado «Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones (cf. 1 P 3, 15-16)».
En una época marcada por los conflictos y la desinformación, redescubrir la comunicación como servicio a la verdad y a la esperanza es una tarea fundamental para todos. Por eso, el Papa pide a los comunicadores -y a nosotros, hijos del beato Santiago Alberione- que seamos testigos de esperanza a través de una comunicación «capaz de hablar al corazón» con empatía y respeto por la dignidad de todo ser humano. En este sentido, la comunicación se convierte en un acto de caridad, una forma de proximidad que nos permite dar voz a los últimos, sacar historias de esperanza y contrarrestar la cultura de la desinformación y el odio.
Este es el final de la Semana y la Fiesta de la Comunicación que, después de veinte años, siguen siendo el testimonio vivo de una comunicación que no se limita a la técnica, sino que es sobre todo una experiencia de relación que surge del deseo de comunicar a Jesús el Camino Maestro, la Verdad y la Vida. Hoy más que nunca, los seres humanos necesitamos seguir a Jesús, el «comunicador perfecto» que nos da la capacidad de ser artífices de «una comunicación que sabe curar las heridas de nuestra humanidad».