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AICA: 60 años al servicio de la Iglesia y de la Buena Noticia

(AICA – Argentina) – El 11 de junio de 1956 ingresó en el universo de las comunicaciones sociales la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), que el Episcopado acababa de fundar en asamblea plenaria. A 60 años de aquel alumbramiento subsisten las razones que le dieron origen. En consonancia con el Pastor de la Iglesia universal y con los obispos, bajo la protección de la Virgen de Luján que preside la sede, AICA reitera una vez más su firme propósito de no defraudar a quienes echaron los cimientos de una función moderna, infaltable en todo plan pastoral, a los que la continuaron y mejoraron, y a los que rezan para que subsista en medio del vendaval que hoy arrasa con las mejores intenciones si éstas no cuentan con los medios materiales para concretarlas.

 

El 11 de junio de 1956 ingresó en el universo de las comunicaciones sociales la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), que el Episcopado acababa de fundar en asamblea plenaria. Ese día apareció el primer número de su boletín semanal, fecha que se considera como el inicio de AICA. A 60 años de aquel alumbramiento subsisten las razones que le dieron origen. En consonancia con el Pastor de la Iglesia universal y con los obispos, bajo la protección de la Virgen de Luján que preside la sede, AICA reitera una vez más su firme propósito de no defraudar a quienes echaron los cimientos de una función moderna, infaltable en todo plan pastoral, a los que la continuaron y mejoraron, y a los que rezan para que subsista en medio del vendaval que hoy arrasa con las mejores intenciones si éstas no cuentan con los medios materiales para concretarlas.

 

Un poco de historia

Los hechos trágicos ocurridos un año antes de la fundación de AICA, dieron la señal de alarma: los católicos estaban inermes cuando la Iglesia era escarnecida en sus prelados y dirigentes seglares, los templos incendiados, el clero amenazado. No poseían voz, no contaban con un medio idóneo para difundir su verdad, estaban a merced de las olas de un mar artificialmente agitado.

 

El modestísimo boletín gráfico semanal de noticias enviado por correo postal de los primeros tiempos, con que AICA se hacía presente en las mesas de redacción de los grandes medios, en los obispados, en las parroquias y en las congregaciones religiosas fue el inicio. Hoy alcanza el número 3104, que son también las semanas que transcurrieron desde aquel 11 de junio de 1956.

 

Vino después el servicio diario por teletipo y luego por telex; el enlace con agencias nacionales que multiplicaban la noticia católica y la edición de la primera guía eclesiástica.

 

Obispos y dirigentes seglares, párrocos, rectores de iglesias, colegios, congregaciones religiosas o simples particulares, se interesaban cada día más por la tarea de AICA, sea para recibir sus servicios tanto como para valerse de ellos para difundir sus particulares actividades. Esa mecánica fue en constante aumento. Ya no era necesario hacer escuela; la amalgama entre proveedores de noticias en sazón y la agencia católica era perfecta; el aumento de suscriptores al boletín primero y los nuevos servicios informativos que AICA fue incorporando después, encontraron eco en los ambientes eclesiásticos y civiles.

 

La Agencia fue agregando otros subsidios, como los ya clásicos AICA-DOC, que a la fecha alcanzan la edición número 743. Aquí AICA resultó pionera, pues recién ahora los grandes periódicos que no daban íntegramente los documentos de largo aliento (textos papales, cartas pastorales, declaraciones, etc.) lo hacen hoy a través de Internet.

 

Las guías eclesiásticas que AICA compuso y editó, sucesivamente ampliadas y mejoradas, dieron pie al catálogo en vigencia desde 2010 con 1.130 nutridas páginas y su actualización de 2012.

También es de contabilizar la serie de boletines propios de determinadas instituciones católicas que periódicamente AICA incluye en su despacho semanal como anexos, y un largo etcétera de logros que sería fastidioso consignar.

 

Dimensión Internacional

Acontecimientos como el Concilio Vaticano II, la puesta en marcha del CELAM (nacido menos de un año antes que AICA): las asambleas episcopales de Medellín, Puebla y Santo Domingo; las visitas pontificias a distintas naciones del mundo, particularmente las dos realizadas a nuestro país en 1982 y 1987, encontraron a la agencia al servicio de la información de la Iglesia, con profesionalidad y objetividad.

 

Boletín AICA: Una colección que ya acumula 158 tomos

Con el boletín Nro. 3106, del 29 de junio de 2016, se completará el tomo Nº 158 de la colección encuadernada, que está en las oficinas de AICA y también está presente en la Biblioteca Nacional. Son 158 gruesos volúmenes que atesoran gran parte de la historia de la Iglesia en la Argentina, y sirven para la consulta de historiadores y estudiosos del tema.

 

Sedes

Su sede estuvo primero y por pocos meses en una modesta oficina prestada por la Acción Católica, en Bartolomé Mitre 2560. Luego se trasladó a la planta baja del edificio de la Casa del Clero, en Rodríguez Peña 846, y posteriormente se instaló en el cuarto piso del mismo edificio. En junio de 1983 el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Juan Carlos Aramburu, la trasladó al nuevo edificio de la Curia Metropolitana –edificado sobre las ruinas del edificio incendiado junto con las iglesias en 1955–, frente a la Plaza de Mayo, avenida Rivadavia 413, en cuyo cuarto piso la dotó de cómodas y modernas instalaciones. En julio de 2000, el arzobispo porteño, cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, dispuso su traslado al edificio de Bolívar 218, perteneciente al arzobispado, donde ocupa varias oficinas del tercer piso.

 

Directores

Los primeros nueve meses de AICA, que transcurrieron en la primera sede, tuvieron como director a Miguel Lombroni, un joven dirigente de la Acción Católica. Lo sucedió el presbítero Arnaldo Clemente Canale, quien se desempeñó en el cargo durante una década, hasta que fue llamado a cumplir importantes funciones en la Curia de Buenos Aires, donde llegó a ser obispo auxiliar y vicario general. El tercero y actual es Miguel Woites, quien tras 10 años de administrador y jefe de redacción, el 17 de mayo de 1966 fue designado director por el entonces arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Antonio Caggiano, y ratificado por todos los sucesores. Este año cumplió 50 años ininterrumpidos como director.

 

Staff de AICA

Director: Miguel Woites; Redactores: Carlos Guillermo Villarreal, Felicitas Lozada Biedma y Ana María de Di Santo; Administrador: Eduardo Enrique Woites; Suscripciones: Daniel Hugo Mello Teggia; Comunicaciones e Internet: Daniel Pablo Woites y Raquel Radis; Colaboraciones periodísticas: Jorge Rouillon.

 

Línea de conducta

Desde su fundación AICA permaneció siempre fiel a la misión confiada por el Episcopado y al consejo recibido de Pío XII, quien cuatro meses después del lanzamiento de AICA, el 26 de octubre de 1956, en una audiencia especial concedida a dirigentes de agencias católicas, les decía: “El ideal de la agencia de prensa consiste en conservar la objetividad más franca. Los exhortamos a tender siempre hacia este ideal y en todo caso, a no sacrificar jamás la verdad, el precepto divino y el bien común para satisfacer a los amos de turno… Si siguen esta línea de conducta, encontrarán siempre dos fuerzas de apoyo: la protección divina y la aprobación de los hombres de bien; y estas dos fuerzas son, en definitiva, las más decisivas”.

 

Nuestra actualidad

Creada por la Conferencia Episcopal como una obra de la Iglesia en la Argentina, cumple actualmente con esta función emitiendo diariamente:

  • Servicio informativo diario de noticias católicas que cubren acontecimientos nacionales e internacionales. Se envía a más de 145.000 direcciones de correo electrónico y que numerosos lectores redistribuyen por sus propios medios la información que reciben.
  • Su sitio web (www.aica.org), tiene más de 3.500.000 visitantes anuales, y ha sido renovado totalmente a partir de mediados del año 2012. Contiene miles de datos y documentos archivados. Las noticias se actualizan varias veces al día, según vayan sucediendo y se han incorporado noticias en video de los canales Rome Reports y Centro Televisivo Vaticano. Desde la página web de AICA los usuarios pueden compartir las noticias que consideren interesantes.
  • Redes Sociales: Con su página en Facebook, su portal en Twitter y su cuenta enInstagram AICA agrega un potencial universo de más de 850.000 personas a las cuales llegar con la “Buena Noticia”.
  • Otros servicios son el mencionado boletín de noticias enviado por correo postal; los documentos completos de la Santa Sede, del Episcopado y de otros organismos de la Iglesia; el santoral, la liturgia y las efemérides del día.
  • La Guía Eclesiástica Argentina y sus suplementos de actualización. Contiene mapas eclesiásticos, fotografías de todos los obispos e infinidad de informaciones de la Iglesia, desde la Curia Romana hasta la más apartada parroquia de nuestro país.
Los fines están claramente presentes, los medios tecnológicos pertenecen a la última generación, el personal periodístico, técnico y administrativo está consustanciado con «la buena noticia» que es el pan de cada día.
Gratifica que AICA haya alcanzado el plano de notoriedad nacional e internacional de que hoy goza, lo que significa que estos 60 años no han transcurrido en vano.
No podemos olvidar en esta fecha a quienes echaron las bases de AICA a partir de los obispos reunidos en aquella asamblea memorable, como también a los prelados que continuaron su labor. Tanto como a ellos, a muchos laicos y organizaciones eclesiales, algunas de carácter internacional, que acercaron su ayuda en momentos críticos o cuando era preciso dar un paso más en la ruta de la modernización.
Existe aún mucho por hacer, muchos frentes para cubrir. Como una continua expansión para llegar adonde todavía la noticia católica se da por cuentagotas; el ojo atento a los recursos que la ciencia y la técnica proponen día a día para un trabajo más abarcador. Por otro lado, insistir en la toma de conciencia por parte del Pueblo de Dios sobre la trascendencia de los medios de comunicación social y el consiguiente conocimiento de que un medio de difusión es tan importante como un seminario, como una obra de caridad, como un templo.
60 años después del 11 de junio de 1956, las necesidades son las mismas; los medios, mayores. Se impone no quedarse detenido en el tiempo, innovar, crecer para servir mejor a la difusión del Evangelio, que es el programa de vida de los hijos de Dios.
En consonancia con el Pastor de la Iglesia universal y con los obispos, bajo la protección de la Virgen de Luján que preside la sede, AICA reitera una vez más su firme propósito de no defraudar a quienes echaron los cimientos de una función moderna, infaltable en todo plan pastoral, a los que la continuaron y mejoraron, y a los que rezan para que subsista en medio del vendaval que hoy arrasa con las mejores intenciones si éstas no cuentan con los medios materiales para concretarlas.+

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