Aplicaciones Móviles

App para rezar en sesiones de cinco minutos recauda 50 millones de dólares

(romereports.com).- La rutina y las obligaciones diarias hacen casi imposible detenerse para desconectar. Desde 2018, “Hallow” ayuda a rezar y meditar en sesiones de entre cinco y treinta minutos. Esta aplicación para móviles sigue el modelo de otras iniciativas de meditación o relajación pero con la Biblia como base.

“Recemos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

ALEX JONES

Fundador y CEO de “Hallow”

ORIG. ENGLISH 

“Me encantó el modelo de elegir una sesión, escoger la duración, ponerse los auriculares, cerrar los ojos y ser guiado por una meditación. Pero cada vez que meditaba mi mente se sentía arrastrada extrañamente hacia algo espiritual, algo cristiano”.

Cuando comenzó a diseñar esta aplicación, Alex Jones se dio cuenta de que muchos jóvenes cristianos buscaban contenido relacionado con su fe pero no encontraban un diseño cuidado, moderno y fácil de usar. Decidió crear el contenido que tantos buscaban.

ALEX JONES

Fundador y CEO de ‘Hallow’

ORIG. ENGLISH 

“Los jóvenes pensaban que estas aplicaciones eran antiguas así que ni las querían mirar. Esto les paraba antes de empezar a explorar la rica belleza que la Iglesia puede ofrecer”.

La app ofrece planes de oración “diarios”, “en comunidad” o “por tiempo”. Ya la han descargado más de un millón y medio de usuarios, que han completado más de 25 millones de oraciones desde que salió al mercado. Además, los 50 millones de dólares que ha recaudado en el 2021, permitirán desarrollar contenido en otros idiomas.

ALEX JONES

Fundador y CEO de ‘Hallow’

ORIG. ENGLISH 

“Creo que la gente está hambrienta de espiritualidad, de paz y del consuelo que nuestra fe y Cristo pueden dar. Basta sentarse cinco o diez minutos en silencio con Él por la mañana o rezar un pequeño rosario al final del día o una pequeña oración a mitad del día o lo que sea”.

Una iniciativa que ayuda a cultivar el hábito de rezar durante el día y desconectar, aunque sea cinco minutos, de las prisas cotidianas.

Deja una respuesta