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El Monasterio Santa Cruz de Sahagún ya tiene una monja youtuber y bloguera

Con 23 años llegó procedente de Ciudad Real interesada en el carisma benedictino

(cope.es).- Marta González Cambronero, (18 de marzo de 1996) es la ‘hermana pequeña’ del Monasterio Santa Cruz de Sahagún, integrado actualmente por una docena de monjas benedictinas a las que nuestra protagonista conoció a través de Internet.

Las Nuevas Tecnologías son una herramienta que siempre ha estado presente en la vida de Marta González, que actualmente ha dado el salto al conocido canal de vídeos Youtube con un espacio semanal en el que dará a conocer la vida de esta comunidad religiosa que, con cinco siglos de historia, ya poco tiene que ver con el encierro, la reja, el torno o el silencio.

Youtuber, bloguera, activa en Twitter, Facebook, Instagram… responsable de la web del convento… la joven tiene claro que la Iglesia tiene que aliarse con este nuevo lenguaje si no quiere perder la atención de la gente más joven, según declara al diario Sahagundigital.com Marta cuenta que nació en Ciudad Real y conocíó el Monasterio Santa Cruz, precisamente, a través de Internet. “El día que entendí que la vida monástica encajaba conmigo, y especialmente el carisma benedictino, me puse a visitar todas las páginas web de conventos de España. Un día me planté y puse en el buscador ‘Monjas-Benedictinas-España’. Me dije: «mando un mail al primero que salga». Y salió Sahagún”. Añade que la vocación la sintió en Navarra.

“Estaba con mis padres y hermanos de viaje por el norte y entramos en el monasterio de Leyre. En casa siempre nos educaron en la fe, pero allí sentí mucha, mucha paz, algo especial. Era como si llevase tiempo buscando algo y lo hubiese encontrado. Me daba la sensación de que ese era mi sitio, pero… era un monasterio masculino. Hay que decir que no salí de allí con la idea de hacerme monja benedictina, pero fue el detonante. Lo de convertirme en monja no es de un día para otro, es un proceso de años”.

Llegó a Sahagún y se convirtió en la monja más joven. “ Con religiosas jóvenes- dice- se habla de otra forma. Los gustos y aficiones varían. Aunque me siento muy cerca de todas mis hermanas sí que hay momentos en los que te apetecería hablar de algunas cosas que ellas no ‘entienden’. Por ejemplo, como anécdota, hace poco he visto unos vídeos del compositor Jaime Altozano, analizando la banda sonora de Harry Potter. Algunas hermanas no saben quién es Harry Potter y otras ni qué es un youtuber. Son detalles que no afectan a la vida cotidiana, por así decirlo, no es algo importante, ni mucho menos, pero sí que hay veces que pienso: «bah, esto ni lo cuento porque no me van a entender».

Las monjas veteranas ven bien el tema de las nuevas tecnologías, señala Marta. Una vez a la semana piensa colgar vídeos en internet. “Tengo material preparado para unos sesenta. Era mi preocupación. El tiempo y el material para dar continuidad. No quería empezar sin tener material. Hablaré sobre San Benito, sobre la vocación; uno que tengo muchas ganas de hacer va sobre los mandamientos en positivo, sin tanto, no robarás, no matarás… tengo ganas”.

Su día normal comienza a las siete de la mañana cuando suena el despertador. “ Tenemos una oración personal en la iglesia que cada una interpreta como desea: lectura, rezo… luego, laudes, que es cantado, la eucaristía, se desayuna…Después cada una hace su tarea: portería, teléfono, obrador… yo estudio. Tenemos un rezo en común de quince minutos antes de comer, después descansamos, y luego otro rezo. El Rosario y, por la tarde, ensayamos los cantos o participamos en el café del peregrino”, concluye.

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