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Finaliza en Oviedo la Semana diocesana de Formación

El 13 de septiembre finalizaba en Oviedo la última edición de la Semana diocesana de Formación, que en esta ocasión dio comienzo el pasado 3 de septiembre, y que se prolongó hasta estos días para albergar un total de nueve cursos.

(agenciasic.es).-Se trata de un encuentro diocesano anual que se desarrolla principalmente por las tardes en las aulas del Seminario diocesano. Está organizada por la Delegación episcopal de Enseñanza y en ella colaboran otras muchas delegaciones, para ofrecer una formación permanente destinada a laicos (catequistas, profesores, agentes de pastoral, etc.) pero también sacerdotes y religiosos.

Este año se han matriculado cerca de 400 personas con una oferta variada que procura dar respuesta a las inquietudes y la demanda de los participantes.  “Intentamos que haya una gran variedad que cursos que respondan a las necesidades de las personas que acuden a esta Semana”, explica Miguel Ángel Solís, Delegado Episcopal de Enseñanza.  Para impartir estos cursos acuden especialistas procedentes de toda España, lo que convierte a la Semana en una oportunidad única de aprendizaje en el año.

“De Gibraltar para abajo, la gente vive muy mal”

La Conferencia Episcopal Española cuenta con una sección especializada en Trata e Infancia y Juventud

María Francisca Sánchez Vara, Directora de la Sección de Trata e Infancia y Juventud en riesgo de la Comisión Episcopal de Migraciones en la Conferencia Episcopal Española, impartió los días 5 y 6 de septiembre el curso “La trata, una realidad invisible y un problema social que nos interpela. La realidad de los menores extranjeros no acompañados en España”. En declaraciones a Esta Hora, recordó que la “trata de seres humanos es un problema social que nos interpela y nos tiene que llamar la atención como sociedad porque está sucediendo de una manera alarmante, y teniendo cada vez más auge en nuestro país y en toda Europa”. Un problema en el que la Iglesia está volcada, también muy motivada por el impulso que le da el propio Papa Francisco, ya que se trata de una auténtica “llaga en el cuerpo de la humanidad, un problema de esclavitud y de agresión a la dignidad de la persona”, recuerda María Francisca.

En este sentido, congregaciones religiosas e instituciones como Cáritas trabajan en programas de atención a las víctimas, de acompañamiento o de acercamiento a los lugares donde las personas están siendo explotadas, por ejemplo. “También desde Conferencia Episcopal tenemos proyectos de sensibilización, en concreto en la actualidad tenemos un material que hemos elaborado durante todo un año, que consiste en una exposición fotográfica que va a moverse por numerosas diócesis españolas y que si Dios quiere el año que viene llegará a Asturias, pues en estos momentos hay lista de espera”.

En cuanto a los Menores No Acompañados (MENAS), la Directora de la Sección de Trata e Infancia en Riesgo de Conferencia Episcopal, recuerda que “no podemos perder la perspectiva de que estamos hablando de menores. Inmigrantes, sí, personas que buscan una vida mejor, pero sobre todo niños”. Por eso “la mirada sobre estas realidades debe ser de misericordia”, porque “es cierto que son chavales complicados, muchos llegan huyendo de persecuciones, de conflictos armados, o son niños de la calle. Es una realidad de otros países aunque en el nuestro no suceda, pero no por ello deja de existir, y los cristianos tenemos que estar con la humanidad, porque ésta nos implica en su conjunto”. Y es que –afirma– “del Peñón de Gibraltar para abajo, la gente vive muy mal”.

“En el acompañamiento, no basta la buena voluntad”

En su labor en el CAF con matrimonios y familias ve frutos “más que espectaculares”

Xosé Manuel Domínguez Prieto es Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente dirige el Instituto da Familia de Ourense y el Centro de Acompañamiento Familiar de Ourense (CAF). Tiene gran experiencia en charlas y conferencias, y su curso “El arte de acompañar: educar, acompañar y evangelizar”, impartido entre los días 5 y 6 de septiembre, no dejó indiferente a nadie. El acompañamiento es, posiblemente, una de sus especialidades, y algo a lo que se viene dedicando en exclusiva desde hace años, aparcando por el momento su perfil docente. Y es que, para este profesor, “los jóvenes necesitan y quieren ser acompañados. Un niño o un adolescente, cuando tiene alguien que le presta atención, dada la soledad y el abandono emocional en el que están, se abren con facilidad extrema”.  Sin embargo, reconoce, “para ello es necesario que los educadores tengan la intención, y no solo la buena voluntad, sino también la formación y la dedicación para atenderles y hacer con ellos un camino”.

Esa formación es fundamental. Y no viene de serie: “Un profesor de Religión, de Matemáticas o de Lengua, no está preparado para hacer un acompañamiento, ni a los hijos ni a los padres. Y sin embargo, lo necesitan. Es necesaria una rigurosa formación en el arte del acompañamiento para poder orientar a los padres cuando los hijos comienzan a tener problemas”.

En este sentido, “un profesor que se dedique al acompañamiento, tiene que cambiar la mirada sobre el joven. Ha de tratarle por quien está llamado a ser, y no por lo que está delante. El arte de escuchar es necesario –afirma– y también el de hacer preguntas que cambien la vida. A partir de ahí habrá un proceso, primero de acogida, después de conexión emocional con el otro. El acompañamiento es un proceso de donación y de acogida incondicional. Una vez que se da esta acogida, hay que hacerse cargo de las necesidades del joven. Él es el que podrá expresar qué necesita, a dónde quiere ir, cuál es su ideal, y después poder elaborar un proyecto de vida”.

Xoxé Manuel Domínguez realiza, con su esposa, todas las tardes en el CAF, acompañamiento a matrimonios y familias. “Los frutos son más que espectaculares. Realmente vemos que Dios está detrás”.

“Hay que salir a las periferias, como las redes sociales”

Entre sus claves, destaca la importancia de “no rebajar el mensaje”, pensando que así llegará mejor

“Claves para Evangelizar en Twitter, Facebook e Instagram” es el título del curso que este año ha impartido la joven ovetense Cristina González Hevia en la Semana Diocesana de Formación (SDF). Con un desarrollo eminentemente práctico, tuvo lugar en las aulas de informática que la Facultad Padre Ossó cedió en colaboración con la SDF, y teniendo un cupo determinado, quedaron personas matriculadas en lista de espera. Y es que las redes sociales llegaron hace años para quedarse. Aunque son muchos los que se resisten a formar parte de ellas, otros tantos comienzan a querer acercarse y probar suerte en un mundo complejo pero altamente adictivo.

Cristina es diseñadora gráfica y cuenta con experiencia en trabajo en redes sociales en ámbitos católicos. Es Social Media Manager en Arguments, una conocida plataforma con contenidos y recursos de catequesis y formación, y ha colaborado con numerosas instituciones en proyectos puntuales. Ella afirma que “los cristianos a veces esperamos a que la gente venga a nosotros. Pero si la gente no sabe que tenemos un tesoro, nunca van a venir”. “La clave está en esa frase que tanto repite el Papa Francisco de salir a las periferias, salir a buscar a la gente donde está”.

Hablando de los contenidos, esta joven destaca la importancia de “no rebajar el mensaje”.  “Muchas veces pensamos que si lo hacemos atraeremos más a los jóvenes, pero es precisamente la exigencia del mensaje lo que lo hace hermoso, ese es parte de su atractivo. Todo lo que merece la pena cuesta un esfuerzo”.

Con las redes sociales sucede que se trata de un mundo en constante movimiento y reinvención. Por eso, Cristina recordó a los asistentes a su curso la importancia de la “formación continua, porque hay mucha gente buena y con iniciativas que no están formados para desempeñar estas tareas. Por eso he recomendado plataformas formativas como IMisión y su curso Conecta, para que la gente pueda seguir creciendo”. Podría decirse que España está saliendo del cascarón en lo que a redes sociales y evangelización se refiere, pero aún así hay ejemplos como el sacerdote marianista Daniel Pajuelo, que la propia Cristina señala, un referente en Youtube, “un comunicador excelente, que ha conseguido crear una gran comunidad”.

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