
(aciprensa.com).- “Si el anuncio del Evangelio sigue siendo el centro de la misión, también es cierto que no se trata de comunicar información genérica o verdades abstractas, sino de entrar en la historia concreta, de acoger las preguntas y las inquietudes que suscita la vida real, de hablar los lenguajes de las mujeres y los hombres de nuestro tiempo”, aseguró León XIV.
El Papa León XIV invitó a adaptar el anuncio del Evangelio a los lenguajes “de nuestro tiempo” y pidió “acoger las preguntas y las inquietudes que suscita la vida real”.
“Si el anuncio del Evangelio sigue siendo el centro de la misión, también es cierto que no se trata de comunicar información genérica o verdades abstractas, sino de entrar en la historia concreta, de acoger las preguntas y las inquietudes que suscita la vida real, de hablar los lenguajes de las mujeres y los hombres de nuestro tiempo”, aseguró León XIV.
El Santo Padre hizo estas reflexiones al recibir en el Vaticano al Capítulo General de las Hijas de San Pablo, una congregación religiosa femenina fundada por el beato Santiago Alberione en 1915. También conocidas como “paulinas”, estas consagradas se dedican a la evangelización con los medios de comunicación social.
El Pontífice constató que ante los desafíos que entraña “que todos puedan conocer y seguir al Señor” sigan buscando “caminos, instrumentos y lenguajes” para la evangelización.
“Es necesario renovarlo y revitalizarlo, para que la pasión evangélica que os anima pueda encontrar su mejor expresión”, indicó.
El tema que han elegido para el Capítulo General las Hijas de San Pablo es “Impulsadas por el Espíritu, a la escucha de la humanidad de hoy, comunicamos el Evangelio de la esperanza”.
El Papa les recomendó tener dos actitudes para vivirlo “con renovado entusiasmo”. Por un lado, mirar hacia arriba y, por otro, sumergirse en el interior.
El Papa previene frente a actitudes de “autosuficiencia”
Así explicó que el primero es la base para que puedan ser “impulsadas por el Espíritu Santo” y para estar prevenidas frente a actitudes de “autosuficiencia”.
“El compromiso personal, los carismas que ponemos en circulación, el celo del apostolado y los instrumentos que utilizamos nunca deben hacernos caer en la ilusión y la presunción de la autosuficiencia”, insistió.
La segunda actitud que les recomendó para buscar nuevos caminos para la comunicación de la fe es sumergirse en la historia “escuchando a la humanidad de hoy”.
“Se trata de habitar la cultura actual y encarnaros en la vida real de las personas que encontráis”, aseveró.
Por otro lado, el Pontífice consideró que el servicio que ofrecen a la Iglesia y al mundo, trabajando en la producción editorial, en el universo digital, en la gestión de librerías, en proyectos radiofónicos y televisivos y en la animación bíblica “es muy valioso”.
Formación de alta calidad
“Sé que los esfuerzos para llevar adelante estas múltiples actividades a veces son pesados, sobre todo porque las complejas situaciones actuales exigen una formación profesional de alta calidad que, lamentablemente, a veces choca con el hecho de que las fuerzas, personales y materiales, son escasas. ¡Pero no nos desanimemos! Por eso os invito a reflexionar sobre cómo mantener vivo el carisma, aunque ello requiera decisiones valientes y exigentes”, señaló.
Por ello, el Papa pidió un “discernimiento atento” sobre las obras relacionadas con el apostolado y la necesidad de renovarlas con una “visión equilibrada”, que sepa mantener “unida” la riqueza de la historia pasada con los recursos y los dones actuales.
“La comunión generada por esta perspectiva os ayudará sin duda a superar el riesgo de división entre la vida y el apostolado”, aseguró.
No tener miedo ante el “invierno cultural y eclesial”
Por otro lado, les pidió velar por que no haya separación “entre lo que predicamos y nuestra vida cotidiana” y recordó las palabras de aliento que el Papa Francisco les dedicó ante la falta de vocaciones.
“En este invierno cultural y eclesial que estamos atravesando, no tengáis miedo de arriesgaros y de continuar el camino con una mirada contemplativa y llena de empatía hacia los hombres y mujeres de nuestro tiempo, hambrientos de la Buena Nueva del Evangelio”, dijo al citar el discurso que el Pontífice argentino les dirigió en 2019.