CULTURA DIGITAL

El mundo digital eclipsa a las Escrituras. Papa pregunta cómo contactar

¿Cómo podemos facilitar este encuentro para quienes nunca han escuchado la Palabra de Dios o cuyas culturas permanecen intactas por el Evangelio?

(aleteia.org).-En el mundo actual, «nuevas generaciones habitan nuevos entornos digitales donde la Palabra de Dios queda fácilmente eclipsada», señaló el Papa León XVI este 17 de noviembre. «Por lo tanto, debemos preguntarnos: ¿Qué significa ‘acceso fácil a la Sagrada Escritura’ en nuestro tiempo? ¿Cómo podemos facilitar este encuentro para quienes nunca han escuchado la Palabra de Dios o cuyas culturas permanecen intactas por el Evangelio?»

Esta fue la pregunta del Papa dirigida a los miembros de la Federación Bíblica Católica, con quienes se reunió hoy.

También alertó sobre otra preocupación: «Las nuevas comunidades a menudo se encuentran en espacios culturales donde el Evangelio es desconocido o distorsionado por intereses particulares

El Santo Padre expresó su esperanza de que estas preguntas y cuestiones «inspiren en ti nuevas formas de alcance bíblico, capaces de abrir caminos hacia las Escrituras, para que la Palabra de Dios eche raíces en los corazones de las personas y conduzca a todos a vivir en su gracia.»

Concluyó con una oración a Nuestra Señora:

Que la Santísima Virgen María, la Madre de Dios y el vientre por el cual el Verbo se hizo carne, nos enseñe el arte de escuchar, nos fortalezca en la obediencia a su Palabra y nos guíe para magnificar al Señor.

Aquí está el texto completo de su discurso:

Quisiera agradecer al cardenal Koch, Prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad Cristiana, por su presencia esta mañana, así como al Cardenal Luis Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización y Presidente de la Federación Bíblica Católica. También doy una cálida bienvenida a los miembros del Comité Directivo, a los Coordinadores Regionales, a la Secretaría General y a los Amigos de la Federación Bíblica Católica. A cada uno de vosotros y a todos los que representáis, expreso mi más sincero agradecimiento por vuestro servicio a la Palabra de Dios.

La Constitución Dogmática sobre la Revelación Divina, Dei Verbum, cuyo sexagésimo aniversario celebramos este año, concluye con las siguientes palabras: «Orad por nosotros para que la palabra del Señor se difunda rápidamente y sea glorificada en todas partes, así como entre vosotros» (2 Tesé 3:1). Esta petición del apóstol Pablo a los tessalonicenses transmite un fuerte deseo, una firme convicción y un enfoque pastoral que puede guiar nuestra reflexión conjunta.

La enseñanza del Dei Verbum es inequívoca; estamos llamados «a escuchar la Palabra de Dios con reverencia y a proclamarla con fe» (cf. DV 1), y «se debe proporcionar un acceso fácil a la Sagrada Escritura para todos los fieles cristianos» (DV 22). Esta misma visión se refleja en su Constitución, que afirma que la Federación Bíblica Católica «promueve y desarrolla el Ministerio Pastoral Bíblico de tal manera que la Palabra de Dios presente en las Sagradas Escrituras se convierta en una fuente dinámica de inspiración para todas las áreas de la vida y misión de la Iglesia en el mundo actual» (Constitución de la Federación Bíblica Católica, Art. 9).

En estos días de deliberación, os animo a que reexaminéis vuestra fidelidad personal y eclesial a este mandato, que no es menos que la proclamación del kerygma, el misterio salvador de nuestro Señor Jesucristo. De hecho, tu misión y visión siempre deben inspirarse en la convicción de que la Iglesia toma la vida no de sí misma, sino del Evangelio. A partir del Evangelio, redescubre continuamente la dirección de su viaje, bajo la guía del Espíritu Santo, que enseña todas las cosas y nos recuerda todo lo que el Hijo ha dicho (cf. Jn 14:26). Por tanto, escuchar la Palabra de Dios y proclamarla son actos eclesiásticos propiamente eclesiales: la Novia escucha con amor atento la voz del Novio (cf. Cantar 2:8–10).

Al mismo tiempo, es esencial garantizar el fácil acceso a la Sagrada Escritura para todos los fieles, para que todos puedan encontrarse con el Dios que habla, comparte su amor y nos lleva a la plenitud de la vida (cf. Jn 10:10). En este sentido, las traducciones de las Escrituras siguen siendo indispensables, y os agradezco vuestro compromiso con la promoción de la lectio divina y toda iniciativa que fomente la lectura frecuente de la Biblia.

Sin embargo, hoy en día, nuevas generaciones habitan nuevos entornos digitales donde la Palabra de Dios queda fácilmente eclipsada. Las nuevas comunidades a menudo se encuentran en espacios culturales donde el Evangelio es desconocido o distorsionado por intereses particulares. Por tanto, debemos preguntarnos: ¿qué significa «fácil acceso a las Sagradas Escrituras» en nuestro tiempo? ¿Cómo podemos facilitar este encuentro para quienes nunca han escuchado la Palabra de Dios o cuyas culturas permanecen intactas por el Evangelio? Espero que estas preguntas inspiren en ti nuevas formas de alcance bíblico, capaces de abrir caminos hacia las Escrituras, para que la Palabra de Dios eche raíces en los corazones de las personas y conduzca a todos a vivir en su gracia.

En última instancia, tu misión es convertirte en «letras vivas… escrita no con tinta sino por el Espíritu del Dios viviente» (2 Corintios 3:1-6), dando testimonio de la primacía de la Palabra de Dios sobre las muchas voces que llenan nuestro mundo. Que la Santísima Virgen María, la Madre de Dios y el vientre por el que la Palabra se hizo carne, nos enseñe el arte de escuchar, nos fortalezca en la obediencia a su Palabra y nos guíe para magnificar al Señor (cf. Lc 1:46). Con estos sentimientos, transmito mi Bendición Apostólica a todos vosotros y a vuestros seres queridos. Gracias.

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