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Sanremo: la Ópera Don Orione acoge el Festival de la Canción Cristiana

El Festival de Música Cristiana de Sanremo tiene su sede, en esta primera edición, en la Villa Santa Clotilde de la Ópera Don Orione. La figura del santo se ha relacionado de alguna manera con la música entendida como alegría y oración. Don Giovanni Paioletti: para San Luigi Orione la música ayuda a mirar a Cristo

(vaticannews.va/it).-El 3 de febrero se inauguró la primera edición del Festival de la Canción Cristiana. El festival de canto, que se realiza en la ciudad de las flores en conjunto con el Festival Ariston. 24 cantantes compitiendo, provenientes de realidades cristianas en Italia y en el extranjero. “Esperanza en tu sonrisa”, “Él es amor”, “Gracias Dios mío”: estos son algunos de los títulos que presentaron ayer los artistas. La mitad de las canciones se reinterpretarán hoy, la otra mitad el 5 de febrero, con entrega de premios y trofeos.

Don Orione y la música

Esta primera edición del Festival tiene lugar en Sanremo en la Villa Santa Clotilde de la Ópera Don Orione. Y san Luigi Orione, fallecido en la ciudad de Liguria el 12 de marzo de 1940, constituye un evidente ‘trait d’union’, entre la música, la oración y la fe. El orionino Don Giovanni Paioletti, que gobierna la iglesia contigua de Santa Clotilde, donde se guardan las reliquias de la santa, comenta la novedad de la Fiesta a la sombra de los lugares donde Don Orione terminó su existencia:

Don Giovanni Paioletti, háblanos de este lugar donde acuden muchos devotos de San Luigi Orione…

Soy responsable aquí de acoger a las personas que vienen a esta realidad y que también acoge a las personas que vienen a Sanremo, pero sobre todo a las personas que vienen más a orar, a adorar a Jesús y al encuentro de San Luigi Orione. Y siento que San Luigi Orione tiene muchos más amigos de los que podemos imaginar.

La Ópera Don Orione de Sanremo acoge este Festival de la Canción Cristiana. ¿Qué conexión tiene la figura del santo con esta iniciativa de canto?

Don Orione amaba la alegría de sus hermanos y lo primero que instaba era a ser felices, porque los que no pueden sonreír no son personas serias. Por cierto, una misión de Don Orione era ir a hacer compañía a los presos que estaban en Tortona y usaba mucho la música, que él amaba mucho y quería que todos sus hijos espirituales fueran felices y felices también con la música, porque la música es alegría, es comunicación. Don Orione amaba escuchar a sus muchachos que sabían cantar y tocar y él mismo enseñaba música, aunque no estaba dotado de una gran voz. Con este espíritu, la Obra creció en poco tiempo con el objetivo de servir al hijo del hombre, en cada hombre. “Cuántas veces he visto a Jesús en el rostro de los pobres, de los más rechazados, de los excluidos de la sociedad”, decía don Orione que amaba a los que están al margen de la sociedad,

¿Estaba mirando entonces a los que estaban distantes en todos los sentidos?

Sí, esa fue su pasión, en perfecta sintonía con lo que nos dice hoy el Papa Francisco, que quiere una iglesia abierta no cerrada para defender sus muros, sino una puerta abierta para buscar a los que se dicen lejanos.

¿Y cómo se puede lograr esto a través de la música?

La música es una herramienta fundamental para vivir la fraternidad. Estos días Sanremo es la capital de la música, a través de la cual dialogar y amar. Cuando estuve en la ciudad de Fano, el obispo nos dijo: «Yo no escuchaba los sermones, escuchaba lo que decía mi corazón, mirándote y vi que tenías tantas cosas que comunicarme, a decid y esta es la verdad: el mundo sabe cantar la alegría de vivir juntos en el nombre del Señor”.

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