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57 buenas prácticas para renovar una parroquia: una investigación basada en experiencias de éxito

Presentan en Valencia, España, la investigación «Parroquias Investigadoras», un análisis que implicó dos años de investigación y contacto con más de 200 comunidades parroquiales de España. El estudio reporta experiencias de éxito que pueden iluminar o inspirar a otras parroquias.

(es.zenit.org).-El pasado 24 y 25 de febrero la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, en Valencia, España, celebró el «Congreso de buenas prácticas en parroquias». El objetivo del congreso fue dar a conocer las buenas prácticas de las parroquias españolas que han iniciado un proceso de conversión pastoral.

En efecto, ante unos 300 asistentes al congreso se presentó la investigación «Parroquias Investigadoras», un análisis que implicó dos años de investigación y contacto con más de 200 comunidades parroquiales de España. El estudio reporta experiencias de éxito que pueden iluminar o inspirar a otras parroquias.

En el congreso también contó con la participación de William Simon, fundador de Parish Catalyst, organización católica sin ánimo de lucro que ayuda a parroquias a experimentar la renovación a través de un proceso de aprendizaje colaborativo y planificación estratégica. Simon es autor del libro «Grandes parroquias católicas: Cuatro prácticas pastorales que las revitalizan».

Sobre el estudio

Ante todo, reconoce a la parroquia como la «estructura básica dentro de la Iglesia. Ella representa la máxima concreción de la misma, donde se toma contacto con los hombres y mujeres reales para ayudarles a vivir la fe. Es necesario que sean parroquias explícita e intencionalmente evangelizadoras, para dar a conocer la Buena Noticia del Evangelio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que en su mayoría no son creyentes o se alejaron de la fe».

Se evidencia que la razón de ser del estudio es compartir con todas las parroquias experiencias «de éxito, de modo que sirva de impulso y de ayuda para que, cada vez más, se inicien (…) procesos de transformación. En el estudio se ha contactado con más de 200 parroquias de toda España, utilizando aplicaciones y encuestas con las que se han extraído aquellas prácticas que hacen que esas parroquias sean referente en el campo de la conversión pastoral».

Tras explicar la metodología de investigación y acotar los límites de los informes recibidos, se deja constancia del equipo investigador:

– Santiago Pons Doménech, PhD en Filosofía, licenciado en Teología y en Ciencias Físicas. Decano y profesor de la Facultad de Teología de València. Sacerdote diocesano. Investigador Principal.

– Dña. Yolanda Ruiz, PhD en Filosofía y CC. de la Educación, Licenciada en Psicología, directora de la Cátedra de Scholas Occurrentes (UCV) y profesora de la Facultad de Teología. Laica.

– D. Agustín Domingo Moratalla, PhD filosofía, Catedrático en filosofía moral y política de la Universitat de València, laico.

– D. José Vidal Talens, ThD, catedrático emérito de la Facultad, párroco.

– D. Vicente Tur Palau, ThD, profesor de la Facultad, párroco.

– Dña. Teresa Valero i Melgosa, licenciada en Economía, directora de Autem, Delegada episcopal de Evangelización de la diócesis de Solsona, laica.

– D. José Luis García Martínez, PhD en Filosofía, profesor en la Universidad UCH-CEU, investigador, laico.

– D. Cristian Camus, investigador, consultor en aplicaciones informáticas y analista de datos, gestor de proyectos, laico.

Este equipo propone que haya un mínimo de 4 personas con diferentes roles/funciones pastorales y así generar sinergia en el proceso de diálogo y trabajo. También proponen, al detenerse en cada Buena Práctica hacer 4 preguntas:

1.- ¿Quién?… o quienes lo van a llevar a cabo, van a mantener en el tiempo, van a evaluar: líder, responsable, coordinador o un equipo.

2.-¿Cómo?… Con qué recursos cuenta/n, si van a seguir alguna estrategía/método.

3.-¿Dónde?… Lugar, espacios necesarios.

4.-¿Cuándo?… Tiempo necesario, programación

Finalmente, las 57 buenas prácticas se agrupan en rubros:

I Conversión Pastoral / Parroquia evangelizadora-misionera

II Primer Anuncio

III Discipulado

IV Ministerios-servicios

V Comunidad

VI Eucaristía-Adoración

A continuación la propuesta:

57 buenas prácticas

I Conversión Pastoral / Parroquia evangelizadora-misionera

  1. La parroquia está en proceso de transformación de su cultura y lenguaje, estructuras y organización, acorde a su identidad, para ser explícitamente evangelizadora y misionera.
  2. La parroquia tiene como objetivo primordial engendrar una comunidad de discípulos misioneros.
  3. La parroquia ha partido desde un análisis propio y de la realidad social que la envuelve; para saber lo que tiene, lo que necesita, y discierne la estrategia para establecer un nuevo modelo pastoral. Busca un modelo, se compara con otra(s) parroquia(s) y busca quien(es) le acompañe(n) en el proceso.
  4. La parroquia, en un contexto secularizado, posibilita el encuentro personal con Jesucristo, de una forma renovada con intencionalidad kerigmática (no la da por supuesta, aunque perviva mucha religiosidad popular).
  5. La parroquia cuenta con una comunidad de discípulos de Jesús, en crecimiento continuado e integral respondiendo a la vocación recibida.
  6. La parroquia fomenta el sentido comunitario desde la celebración y la oración en sus diferentes formas, la formación y los ministerios y/o servicios.
  7. Existe una «visión» que da unidad al proceso de conversión pastoral de la parroquia, ordena e integra todas sus acciones convirtiéndola en intencionalmente evangelizadora.

7.a La visión de la parroquia se comunica en: homilías, RRSS y web, cartelería, murales, dípticos o roll-up en un lugar visible de la parroquia: fachada, altar o sacristía, hoja parroquial, asambleas parroquiales, persona a persona y actividades experienciales para su puesta en práctica: convivencias parroquiales, retiros espirituales,…

7.b La parroquia asigna recursos económicos para el desarrollo de su nuevo modelo pastoral, especialmente en su dimensión evangelizadora.

  1. Hay un equipo que ha hecho suya la visión, se ha formado y gestiona junto al párroco, de forma corresponsable, la transformación de la parroquia.

8a. Algunas características y habilidades de un líder evangelizador. Tienen que ser líderes formados, resilientes para la transformación, con amor y fidelidad a la Iglesia, innovadores, que puedan aportar una visión realista y aplicar sus conocimientos en la parroquia.

  1. La parroquia está atenta, analiza su contexto social secularizado, y llega no sólo a los creyentes, sino a los no creyentes y alejados, y contacta con ellos respondiendo a sus necesidades.

9a. La parroquia establece con las entidades y asociaciones de la comunidad local una relación en clave evangelizadora.

  1. La parroquia dirige acciones y recursos para la promoción humana, preocupándose activamente por la dignidad de las personas (1).
  2. El Consejo Pastoral ha vivido un proceso de cambio de lenguaje y cultura que le hace corresponsable de una nueva orientación de la parroquia y su organización.
  3. La parroquia dispone de espacios y tiempos apropiados para la vivencia de las diferentes formas de oración, personal y comunitaria.
  4. Hay una adaptación de los catecumenados y/o itinerarios que forman y fortalecen una identidad de discípulos misioneros en la comunidad y en la sociedad.
  5. Las celebraciones litúrgicas se han renovado, como alegre y reconfortante encuentro de los discípulos que viven su misión. (BP. Visión)
  6. Laicos, sacerdotes y/o religiosos se forman y preparan para la conversión pastoral, y asumen, con corresponsabilidad, acciones pastorales y ministeriales (según las necesidades de la parroquia) desde el discernimiento comunitario.
  7. En la parroquia se vive una pertenencia significativa: se percibe una armonía en la comunidad, hay una sintonía impulsada desde la visión, la acogida, el buen trato, reconocimiento intergeneracional, apoyo mutuo, alegría por la comunidad, confianza en el Espíritu que nos reúne, presencia del amor de Dios.
  8. La parroquia incorpora elementos de evaluación, confiando en la acción del Espíritu Santo. Para ello, cuenta con criterios nuevos, además de contar los usuarios de los sacramentos.
  9. El sacerdote y/o religioso, más el equipo de evangelización, viven una experiencia del Espíritu Santo (Pentecostés) que impulsa el cambio de mentalidad para evangelizar.
  10. La parroquia cuenta con una predicación y proclamación de carácter explícitamente kerigmático, para madurar y crecer en la enseñanza del discipulado.

II Primer Anuncio

  1. La parroquia busca, se informa y se forma en Primer Anuncio. Conoce diversas propuestas de Primer Anuncio, bien sea para los fieles, para los alejados o para no creyentes. (BP. Métodos para el primer anuncio)
  2. Para llevar a cabo los métodos/acciones/eventos de primer anuncio, hay un equipo de laicos y/o religiosos que junto al párroco se forman en ello y se encargan de su organización. (BP. Métodos para el primer anuncio)
  3. La parroquia ha contactado con otras parroquias, para informar de los métodos o eventos de Primer Anuncio que ofrece, o solicitan su colaboración para la organización.
  4. Se ha desligado el primer anuncio y el discipulado de la recepción de un sacramento como finalidad.
  5. La parroquia cuenta con un espacio de acogida que incluye acompañamiento para las personas que han experimentado un método, evento o acción de primer anuncio, previo al discipulado.
  6. Está contemplada una asignación de recursos (de personas, económicos y de tiempo y espacios) para la realización de métodos y eventos de primer anuncio.

III Discipulado

  1. La parroquia, a los que han experimentado algún método o evento de primer anuncio, les ofrece seguir en el discipulado, en grupos pequeños o células para ser acompañados en oración, formación y vivencia de la fe.
  2. Existe en la parroquia una programación específica para formar discípulos (itinerarios), después del primer anuncio y acompañamiento.

27a. La parroquia cuenta con un equipo de líderes laicos y/o religiosos, con el párroco, que están formados para acompañar en el proceso de discipulado y se encargan de su organización.

  1. Está contemplada una asignación de recursos (personas, económicos y de tiempo y espacios) a los procesos de discipulado.
  2. La parroquia, conforme a su identidad y cultura, engendra y capacita discípulos misioneros: conforman su vida según el Evangelio y el Espíritu Santo (discernimiento), escuchan la Palabra de Dios y la proclaman, tienen una vida activa de oración y sacramental, participan en la vida comunitaria desde la acogida y el acompañamiento mutuo, evangelizan en su entorno cotidiano y atraen a otros, siempre en continuo perfeccionamiento de sus competencias para la misión.

IV Ministerios-servicios

  1. La estructura de los servicios y ministerios se ha transformado, asumidos desde la llamada de Dios y acorde a la visión.
  2. Ha habido un diálogo y discernimiento entre las necesidades de la parroquia y los carismas, vocaciones, habilidades y capacidades del laicado, muchas despertadas en el discipulado.
  3. La parroquia establece formación específica para los distintos servicios, ministerios o liderazgos que van surgiendo.
  4. Para los servicios o ministerios en la parroquia, u otras misiones, se realizan diferentes celebraciones comunitarias, integrando acción de gracias, intercesión, bendición y «envío».

V Comunidad

  1. La parroquia es una comunidad y, dentro de ella, se vive, se alimenta y madura la fe en grupos pequeños o células, donde se posibilitan el acompañamiento mutuo, el diálogo intergeneracional, el reconocimiento entre personas, la puesta de vida en común y las enseñanzas de los apóstoles.
  2. En los grupos pequeños o células se hace posible el discernimiento personal y grupal sobre la vocación o misión a la que Dios nos llama.
  3. El párroco acompaña el crecimiento en la fe de estos grupos pequeños o células, reuniéndose habitualmente con los líderes o animadores de cada grupo/célula.
  4. Cuando el grupo pequeño o célula ha crecido, algunos de sus miembros han sido formados y acompañados en el proceso, desarrollando competencias para engendrar nuevos grupos.
  5. La pertenencia a la comunidad parroquial no ha impedido a algunos miembros ofrecer su disponibilidad para una misión, animando o liderando otros grupos en otra parroquia, zona pastoral o arciprestazgo.
  6. La parroquia se hace presente donde se reúnen los discípulos, se generan puntos de encuentro: ya se reúnan en los espacios parroquiales, en sus casas, o en otros espacios de convivencia; sin perder con ello su vinculación con la comunidad parroquial ni con el cuidado pastoral del párroco.
  7. La comunidad parroquial provee al discípulo de consuelo, reposo, comprensión, le acoge con mirada amorosa y escucha activa sobre lo que hace en su vida, dentro y fuera de la parroquia. Además de estimular, apoyar y motivar su vocación y misión.

VI Eucaristía-Adoración

  1. La parroquia es consciente que la evangelización es obra del Espíritu Santo. Por ello, impulsa la oración, en la forma de invocación al Espíritu.
  2. La parroquia ha programado tiempos y espacios adecuados para la Adoración eucarística y ha institucionalizado este ministerio.
  3. La parroquia ha constituido el ministerio/servicio de intercesión, especialmente, por las personas que están siendo invitadas a la fe en el primer anuncio o han entrado en el discipulado.
  4. La Celebración de la Eucaristía es el culmen y fuente de toda la misión evangelizadora, y ninguna actividad/reunión coincide con ella.
  5. La celebración eucarística incorpora elementos innovadores sin dejar de lado la tradición, el orden y el ritmo propio de la liturgia: participación litúrgica según distintos ministerios, hay un ministerio de acogida, hay música renovada que fomenta la participación de la comunidad y una homilía/predicación kerigmática, profética y misionera.
  6. La parroquia programa celebraciones eucarísticas puntuales, para algún grupo particular, teniendo en cuenta el nivel de su discipulado, o las edades, o el carisma que anima el grupo.

VII Nuevas Tecnologías

  1. Hay una estrategia de comunicación digital para transmitir la visión y las actividades pastorales.
  2. Se conoce el potencial evangelizador y transformador de las nuevas tecnologías. Por ello se implementan programas informáticos que ayudan en el funcionamiento pastoral, se implementan recursos didácticos tecnológicos en los grupos pequeños o células, y los líderes y responsables de grupos adquieren competencias en uso de TIC.

VIII Sinodalidad

  1. En la parroquia caminan juntos fieles y pastores, se escuchan, dialogan, hacen propuestas con parresía (libertad y confianza), disciernen, y respetan la decisión de los órganos o personas que corresponda.
  2. La parroquia funciona en comunión y trabajo conjunto entre los diferentes carismas, movimientos y asociaciones que forman parte de la parroquia.
  3. Los diferentes carismas, movimientos y asociaciones comparten la visión y viven insertados en los procesos pastorales, servicios y ministerios de la parroquia.

IX Liderazgo Pastoral

  1. En la parroquia existe un liderazgo compartido, donde laicos y/o religiosos y sacerdotes potencian la capacidad de diagnosticar la realidad, junto a las necesidades de la parroquia y de las personas que tienen que acompañar.
  2. Se fomentan nuevos liderazgos en laicos y religiosos, contando con su disponibilidad, capacidad creativa e iniciativa, para comenzar/crear algo nuevo.
  3. La parroquia tiene un plan de formación para sus líderes laicos sobre competencias en la gestión de personas y liderazgo. 55. El párroco asume que una de sus tareas esenciales es cuidar, acompañar y capacitar a los líderes laicos.

X Arciprestazgo – Diócesis

  1. La parroquia participa y trabaja en común con otras parroquias del arciprestazgo aportando desde su visión, identidad y cultura. (ECTI. X-p43)
  2. La parroquia participa en las actividades organizadas desde la diócesis aportando desde su visión, identidad y cultura, y buscando la comunión.

Notas

(1) El equipo de investigación considera que para plasmar esta Buena Práctica conviene trabajar al menos estos tres niveles: atención Integral de la persona; protocolos de compromiso contra la violencia de cualquier tipo y protección de menores.

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