(siete24.mx).-El universo de las redes sociales está diseñado para las tendencias y lo efímero. Para muchos jóvenes influencers que tenían el mundo digital a sus pies, la carrera por la relevancia se ha vuelto un precio insostenible. Esta sensación de vacío, un tipo de “agotamiento existencial”, impulsa a figuras públicas a buscar refugio en la espiritualidad, y es el caso de la joven mexicana Clara Cuevas, creadora de contenido.
Clara Cuevas alcanzó la cima como booktuber y creadora de contenido literario, viajando por el mundo y codeándose con los autores y editores, gozaba del reconocimiento de la industria editorial. Pero la constante presión por la popularidad la llevó a un quiebre.
“Para ser relevante constantemente había que cumplir con ciertas exigencias, adoptar algunas modas, algunas formas de hablar, algunas formas de pensar, y a mí en lo personal me terminó agotando. Yo pensaba ‘esto no se termina nunca’”.
Así lo describió Clara en un reportaje televisivo, sobre la insaciable demanda de las plataformas, que terminó por llevarla al hospital.
Encuentro con Dios en la enfermedad
Su vida idílica como booktuber se detuvo abruptamente por una enfermedad. Un dolor abdominal intenso y el diagnóstico de una inflamación severa en los ovarios la llevaron al quirófano. Fue en el hospital, donde tuvo lo que describe como un “encuentro personal con Dios”.
Hasta ese momento, la fe era algo lejano en su vida, que “funcionaba bastante bien, hasta que me enfermé”, explicó a EWTN News.
Después de ese “encuentro” y sin una explicación médica clara, la inflamación desapareció. Este evento marcó el inicio de una nueva misión. Al principio, dudó en compartir su experiencia, temiendo el rechazo de una audiencia que no compartía un nicho católico. Sin embargo, animada por un amigo comenzó a cambiar su perfil poco a poco.
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Aunque muchos de sus antiguos seguidores la abandonaron, y algunos le reprocharon que se había vuelto una “fanática”, con el tiempo, otros regresaron. Su mensaje funciona porque, como ella misma dice, dialoga con su audiencia desde la autenticidad.
Su contenido es claro: la literatura y la fe se complementan. Un sacerdote le mostró los 2000 años de magisterio de la Iglesia, y ella entendió que había una “riqueza inmensa”. Hoy, la figura de Santa Clara de Asís y San Josemaría Escrivá de Balaguer son clave en su misión de evangelizar “por medio de la literatura” y de demostrar que se puede ser católico en la vida ordinaria, el trabajo y los estudios.
Para la influencer, la clave para resistir la vorágine digital y no sucumbir a las modas pasajeras ni a las métricas del algoritmo, es la oración.
La fe como respuesta al llamado de auxilio de la Generación Z
El fenómeno de Clara Cuevas, que hoy cuenta con una creciente base de seguidores leales, no es un caso aislado. Figuras globales como Daddy Yankee y Rosalía han hecho pública su cercanía a Dios. Este no es un simple movimiento de marketing; es, según expertos, un llamado de auxilio que resuena en sus seguidores cuando el éxito material caduca.
Javier Rodríguez, Director de Comunicación de la Arquidiócesis Primada de México, destaca la fuerza de este cambio:
“Cuando los jóvenes escuchan que su ídolo dice que todo se lo debe a Dios, eso es muy fuerte, decir que el éxito inmediato no está en las grandes masas, está en algo que se llama Dios, te hace detenerte a escuchar…. Es algo urgente y necesario y es lo que la Iglesia Católica quiere dar a conocer todos los días.”
Estos jóvenes han cambiado la popularidad por la paz. La verdadera historia detrás de este éxito no son los números de seguidores, sino encontrar una identidad que el algoritmo no puede borrar. Es, como describe Clara, un “acto de resistencia hacia lo efímero”, donde las personas están buscando un sentido que va más allá del próximo trend viral.
